"¿Donde estás Altazor?" Estaba leyendo este Gran poema de Vicente Huidobro, 'Altazor y el viaje en paracaídas' y me remonté en una travesía increíble, deberías leerlo. Es bastante complejo de entender, pero créeme, valdrá la pena. Con todos esos viajes recordé los sueños que tenemos y como, sin darnos cuenta, verdaderamente caemos, sin vértigo. Siempre vamos cayendo.
Eres como ese personaje, quizás no tan divinizado, quizás no tan literal, quizá no tan magnífico, pero te le pareces. Me entenderás cuando le des una vuelta.
Es tarde, debería estar durmiendo, soñando con sueños que no recordaré al amanecer. Debería estar descansando, con los días que cada vez se me tornan un poco más pesados. De pronto me miro a un espejo y me recuerdo al mismo Sísifo. No importa, al igual que él, soy feliz de realizar la tarea que se me encomienda, bajo el engaño de que es por mis deseos.
Estamos transmutando todo lo que fuimos, en una alquimia tan poderosa que casi se nos vuelve incontrolable. Somos tu y yo bajo un pacto tácito, e intrínseco.
¿Amar? ¿Sabes lo qué es eso? ¿Serías capaz de ponerlo a prueba? 'Podría cantarte todo el día' Probemos. Placer, amor. Paz, descontrol. Madurar, volvernos locos. Creer, ser realistas. Es una guerra sin cuartel, sin treguas. La cercanía de dos almas es incomparable a la cercanía de dos cuerpos. Los cuerpos se aman, sí, pero se cansan, se aburren, colapsan. Es fácil confundir la amabilidad y la disposición que alguien tiene hacía ti, con amor, pero te vuelvo a preguntar ¿Qué es lo qué realmente quieres? Las almas trascienden, las almas se aman, sí, y las almas son eternas.
Caminando cabizbajos, simples conformistas con el mundo. Soy un simple mediocre más en el mundo. Pero con eso no basta, no es suficiente ser solo uno más. No me conformo ya con esto ¿Tú también debes estar cansada ya, no? Cuantas veces no jugamos antes esta misma dinámica, cómo nos empeñábamos en creer, aunque sabíamos que era inútil. Cuantas veces derrochamos tantas cosas sin preguntar y con el menor interés, y ahora ¿Nos cuesta tanto elegir el camino adecuado?
Tú sabes. Yo sé. Déjame retratarte en dulces palabras, sin remordimientos. Déjame hacer de tu rostro el caligrama más magnífico. Y el mundo se paraliza, solo la inercia me mueve. Ahora te lo explico, no te mortifiques más con esto, no es qué esté herido y que por eso sea doloroso, no significa que esté triste o decaído, es solo... que estoy enamorado.
Y créeme, mi dulce Altazor, mi pequeña niña. Créeme que no te pido nada a cambio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario