miércoles, 7 de septiembre de 2011

Como duele darse cuenta de lo poco que has avanzado. Que lo que creías no era cierto. ¡Bien! Ahora resultará más pesado, tendré que esforzarme el doble ¿Y? Pues a ello.

Pues comenzará.
Terminará.
Día tras día,
como el sol que no cansa
de ponerse en el horizonte del mar.
Oyes el llamado de
esos imposibles manjares,
te revuelcas, pues recuerdas lo inalcanzables que son.
Vamos ¿Cuando te has quejado por ello?
Y por más magullado que estés
no te cansas,
no cesas de correr,
de correr a esa pared con las puertas pintadas.
Y aún así,
te sientes tranquilo.
Y aún así,
No pierdes la vitalidad.
Y aún extenuado,
te mantienes firme, inexpresivo.
Techo, suelo. 
Penumbra, sonrisas. 
Y más allá el atardecer.
 Ángel de las mil plumas
vuela y regálame una lágrima
igual que él fénix en el que te convertirás.
Renacerás , de las cenizas consumido. 

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