jueves, 28 de julio de 2011

Comprendí

Comprendí, que los pensamientos siempre nos traicionan. 
Comprendí, que los deseos siempre nos traicionan.
Cuando creemos fervientemente en algo
el destino juega sus cartas en contra.


Porqué no basta la metáfora.
No basta tener la convicción.
Es vasta la llanura
Que separa el alma del corazón.


Porque nos creíamos cobijados,
nos encontramos a la intemperie.
Porque creíamos ser héroes,
nos transformamos en villanos.
Porque decidimos hacernos participes,
ahora no está en nuestras manos.


Nos arriesgamos
y nos quemamos demasiado rápido.
No nos alcanza el tiempo
y el miedo me obligó a alcanzar la eternidad.


Arrimado al macizo roble solitario,
veo desaparecer el bosque.
Y en un lecho de ramas secas,
te quiebras.


Simplemente comprendí que
estamos aprendiendo a vivir a cada respiro.
Vivimos a cada mirada,
a cada latido.


Comprendía
que tu tienes tu camino
y el mío no es tu destino. 


Comprendía,
creía comprender,
al menos hasta que el roble cayó
por su propia altanería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario