lunes, 19 de septiembre de 2011

¿Olvidarte? Jamás.

    Oh, como podría.

     Llegaste a la puerta de mi casa como quién, perdido, busca un dirección, pero no, me encontraste justo ahí, sin nada entre las manos. Te invité a pasar, de forma demasiado torpe (hasta para mi). Estaba estupefacto. Entre las miles de personas que podrían tocar la puerta eras precisamente tu, precisamente ahora. Nosé porque, nosé como, terminamos en mi habitación, sentados sobre la misma cama, tan cerca. Nunca lo había imaginado de esta forma. No me resistí a tomar tu mano, tu piel tan delicada, tan suave... me estremece. Nos escondemos bajo las tapas, para ocultarnos del tiempo, para no preocuparnos de las horas. Mi frente encuentra la tuya en esa reconfortante oscuridad y te siento respirar, y el tibio aire que exhalas me reconforta de sobremanera. Te recubro con mi brazo y te apegas más a mi, esto es solo nuestro, de nadie más. Pasas tu índice por sobre mi mejilla hasta la comisura de mis labios. Juego con un mechón de tus cabellos y  en un mismo instante me detengo... y te detienes, incluso nuestros respiros se hacen sumamente leves.  Es tuyo, todo esto es tuyo, todo lo que soy es tuyo. No sabría decirte cuanto fue que estuvimos de esa forma, pero desearía que hubiese sido siempre. Sus labios, oh, sus benditos labios se apoderaron de todo pensamiento, de toda emoción. Es como si fuera la primera vez que besara, la primera y última, todo junto, en un mar de especulaciones. Te separas un poco de mi y veo tus ojos oscuros que se cierran. Te imito y me limito a quedarme allí, percibiendo tu cuerpo junto al mio. 'Vine para quedarme, y si llegase a irme, volveré' me susurraste casi sollozando, te enredaste en mi cuello '...Siempre volveré'.

     Te desvaneces y despierto. Maldita sea, era otro sueño, en el único lugar en el que te encuentro. Pero nunca, nunca había tenido un sueño como este, de entre tantos, nunca uno en el que todas las sensaciones fueran reales. Me encuentro despierto, en la misma posición que me encontraba abrazandote en el sueño. Y es cuando veo tu mensaje 'Creo que si, si me olvidaste querido'.

     Dímelo ¿Cómo podría olvidarte? Si hasta en las cosas mas mínimas te encuentro, en las cosas insignificantes de la rutina te apareces para volverlas maravillosas. Te encuentro en 64 llamadas perdidas de un juego, en cada árbol que veo, en cada canto de las aves. Te encuentro en el cielo estrellado y en los confines del inexplicable universo. Te encuentro entre mis planes, en mis metas y en mis sueños mas inalcanzables. Te encuentro además entre todos esos papeles sobre mi escritorio. Te encuentro si pienso con el corazón o si pienso con la razón. No, no hay lugar que no me lleve hasta ti ¿Y tú crees que podría olvidarte? Dímelo ¿Cómo podría olvidarte?
      Como se me hacen lentas las horas en este insomnio. 
     Eres única, irreemplazable e irrepetible, no quiero decir inalcanzable, pues no quiero resignarme a ello. Tu, cara de bondadozos colores, de dulces amores, serás para siempre, mi único y verdadero amor. Serás para siempre mi musa de devosión, mi amiga de grandes secretos, mi amor platónico y mi ángel de eterno resplandor.
      Antes de acabar, quiero que plantemos un árbol. Plantémoslo y cuidémoslo. Alimentemonos de sus frutos año tras año. Aferremonos a ese árbol cuando la tormenta nos quiera arrancar. Pero creo equivocarme ¿No existe ese árbol ya? Si, y es enorme. Cuantas tormentas no ha pasado, y sigue intacto, creciendo recto hacía el cielo sin límites. Crece y se eleva se eleva, pero sus raíces son tan profundas que nadie puede echarlo abajo. Y ya nada puede talarlo, nada puede sacarlo, alimentado por nuestra voluntad se ha echo fuerte como niunguno. Y con raices tan profundas ¿Crees que podría olvidarlo?

 Ese es el árbol del 'Te amo', nuestro árbol.

2 comentarios:

  1. aqu voy a pensarte en fuego, me gusta la delicadeza del detalle bebé X3

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  2. Pasó, y sin que nos diéramos cuenta de aquello. Demasiado tiempo paso desde entonces, no se si llamarlo soledad o falta de cuidado, pero algo hizo que se secara hasta la raíz mas profunda de lo que pudo haber sido. Pero esta vez fue diferente, no plantamos un árbol del que estemos orgullosos, por lo menos para mi, sino que plantamos un árbol que cada día irá creciendo mas endeble y débil, del que vamos a tener que llamarlo árbol "del deseo", del que solo viva del deseo humano y sea alimentado y regado a través de la inseguridad y oculto en la oscuridad con la intención de que nadie mas lo vea. Este árbol es tan débil, que ni frutos da para el futuro, puede que ni futuro tenga, pudiendo morir en cualquier momento. Esto es lo que acabamos de cultivar.

    Esa noche, tan negra y oscura como todas, al lado tuyo podía ver todas las estrellas perfectamente, acurrucada a tu lado y sin pensar en nada mas. Así es como cultivamos el nuevo árbol, a través de los besos caricias y de un futuro incierto del que ni nosotros mismos sabemos a donde va...
    Pude experimentar lo que era rozar con tus labios, de ver como cerrabas los ojos junto con los míos, y en ese mismo instante, preguntándome en lo mas profundo, escarbando todas mis dudas dentro de mi, me dije "en que estarás pensando y sintiendo" en esos minutos tan cortos, pero a la vez tan deliciosos e indescriptible.
    Pero uno se da cuenta de muchas cosas con solo cerrar los ojos, dejarse llevar por el otro, sentir tus brazos alrededor mio, sentir tu cuerpo, tu calor, tu aliento, todo lo que alguna vez añore pero que nunca luche.
    Ahora, para ti no será nada, será algo mas de la vida, algo pasajero, muchas cosas pueden ser, pero para mi fue algo tan intenso que despierto y duermo pensando en aquello. El árbol que cultivamos los dos solo yo lo puedo ver, sentir, añorarlo y en este momento lo estoy regando de soledad, de inseguridad, de tantos sentimientos que ni yo lo puedo describir.
    El mismo árbol que plantaste, lo talamos los dos, sacamos las raíces mas profundas dejando rastro alguno de lo que existió, lo dejamos secarse y morir con el tiempo, lentamente, y en su lugar tenemos este nuevo, que se alimenta solo una vez al mes,una noche, cuando esa luna gibada menguante brille y arda como esa noche, apareciendo y viéndose a la vista de todos, solo esa noche, se alimentará del amor que alguna vez existió y lo guardamos muy dentro de nuestro ser.

    La luna

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