viernes, 9 de marzo de 2012

Mi árbol ~

Hay un árbol que nació
de una semilla plantada,
de una semilla regada,
para que fuese un gran árbol.
Un árbol que extendiese sus ramas
para alcanzar el cielo.
Un árbol que en otoño
deja caer sus hojas,
como la trémula llovizna,
para adornan el camino
de andantes enamorados,
para inspirar los corazones
de sentimientos enajenados.

Para ser como árbol,
siempre calmo.

Así creció el árbol
sabiendo de la savia
que por sus brazos corría,
asegurándose de que era mejor ser árbol
antes que cualquier otro.

Así vivió el árbol,
erguido y atento,
seguro y a salvo,
sin apuros.
Así apoyo los cuerpos
de quienes a su sombra se amaban.

Nunca dormía.
Siempre oía,
Mil historias conocía,
pero solo una lo hizo andar.
La suya.

Ha sido demasiada calma ya.
Es hora de quitar las raíces
y abrir las ventanas.
Es hora de que el árbol
entienda que nunca nadie le dijo que fuera árbol.

Sin duda es mucho mejor ser muchas cosas a la vez
que ser una y por siempre.
Quien haya hecho al árbol andar, lo sabe.

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