miércoles, 21 de diciembre de 2011

Forsaken

Ocho décimos del día, sonámbulo, la mitad de lo que queda, lo olvido, y el resto, simplemente no tiene relevancia. Dime ¿Desde cuándo? ¿En cual de todas esas irrelevantes, inútiles y necesarias vueltas se truncó? - Son las cosas de la vida, uno, dos, tres meses, se vuelve aburrido. Lo desechas, ligeramente te sientes bien, sientes un vacío, lo extrañas, intentas recuperarlo, y te das cuenta que está totalmente sucio, harapiento, con hambre, hasta asco te causa. - Traté, ya no es un tratamos, después de todo, la única certeza es uno mismo, eso bien lo aprendí. Traté de ver más allá, más allá de lo que mis ojos permitían, cual murciélago escondido entre millares. Más que intentarlo otra vez, es crear algo nuevo, algo que sea de las cenizas renovador. Más que intentar buscar posibles soluciones, hay que omitir cualquier réplica, cualquier desviación, solo seguir, seguir seguir... - Y te quejabas de cuanto la historia era cíclica, 'tan repetitiva, siempre, errores, los mismos en cada siglo' repetías y repetías. Mírate! Perdido, loco, arrancado de lo que alguna vez quisiste ser... oh, no le digan nada, que se asusta, desaparece y extrañamente se ofende. ¿Quién decía que el querer es poder? No ganas nada hablando con tus demonios ahora, ni aquellos fantasmas que son los más mierda, te ayudarán ahora. - ¿En qué momento empecé a creer en ángeles? Cuando caídos eran. No, locura sería seguir sin merecerle pausa digna a las circunstancias, mis respetos al niño con el terrario, y prolonguemos el momento a más no poder. Sobre vendido argumento, excusas más que válidas, ¿Cuánto te tomó? ¿Cinco, diez segundos del valioso tiempo, pensar en esas baratijas? Y menos tiempo tomo decidirte... es una estupidez. Antes de acabar la historia, debería dibujar, en arena, fuera de este continente, en alguna isla desierta, dibujar de un solo trazo el rostro del olvido, en el olvido, y bajo ello escribir 'la fugacidad de la vida se va en los momentos felices' que nos permiten mantener la batalla infranqueable que representan las ganas de no morir, y más allá, dentro de una botella 'Será la misma luna, de la cual miras su otra cara, quién permitirá, en su plenitud, que toda esta farsa sea borrada del mundo' - Es simple, tu no puedes quebrar el paso. No es que no quieras, es solo que resultas ser lo suficientemente cobarde como para seguir los cambios del tiempo.

- Más allá de la línea de verde cielo.
En fuego enterrado se encuentran
las manías, supersticiones y sueños.
- Más allá, solo un poco más allá,
de donde estás tú ahora, está...

Todo lo que un alma hambrienta necesita,
La sed de vida.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Páramos

Esta noche creeré que soy escritor. Que de ésta tinta sucia, escribo los más bellos y sonoros versos, tal como aquellos que albergan y abrigan el amor más profundo. Sentirme como parte de ese mundo lleno de extravagancias y sueños, de nítidos (aunque muchas veces falsos) colores que adornan de la forma más hipnotisante los palacios que yerguen sobre las nubes. Benditas nubes.
Podría creer también en la calma y en la conciliación del sueño. Creer que las flores naces en primavera y en otoño se esconden abatidas. Creer en el transcurso del tiempo como algo inevitable. Podría creer en el mundo, en las brisas y caricias, podría, pero entonces ¿Cómo es que me ahogo en esta taza de insípido café?
Es inevitable. No puedo dar pie a que algo como aquello vuelva a suceder. "Creer que un cielo en un infierno cabe" me repetías y repetías. Oh demonios. Querida, si supieras que el cielo mil veces cabe en el infierno, que tan basto es ese lugar, y mil veces más se precipita sobre nosotros. No conocía la espesura del infierno, el frío y la sequía que abrasaba al cielo, un bosque sin vida, nuestro cielo. No, ella no lo sabía. Si ha tiempo se hubiese dicho, estaría ahora en otro lugar, en otros páramos. No estaría reducido a este plano en el que inmerso ahogo. Y es un plano, y yo un punto, sin mayor connotación que mi propio nicho. Un punto nacido del prolapso, del error, de aquel divino escritor inexistente.

Más nada puedo hacer.

Inerte. Humo de café que se enfría, humo que se desprende en aromas y jolgorios, en risas que atrapó alguna vez, en un pasado tan distante como pesado, y es una mochila con la que tu ya no cargas.
Cuesta arriba te alejaste, sin una mueca de incertidumbre, ajena a cualquier duda. Y en el confín te volteas, no te vi, pero lo sentí, y para ti era ya un mísero punto, imperceptible, inerte, perdido en el plano, en el rabillo de tu ojo.

Si me volviese ciego ¿Seguirías mirándome a los ojos?
¿Qué sucederá cuando me vuelva viejo,
y todas mis historias hayan acabado?
¿Y si no perteneciera a ninguna nación,
ni tuviera algún lugar que mio fuera?
¿Seguirás estando a mi lado?

Recuerda, que solía maravillarme.

martes, 13 de diciembre de 2011

Crawl

Three million stars arround the sky,
shining from three million lights years,
living for three millon years.
From the begining to the time end,
the stars'll keep shining.´
'd here we are,
now silent,
now attentive,
now anxious.
Now we are prevent us
to shining like trhee million stars.
And you, in your own, like anyone,
resamble the moon, the sun, the milk way,
'd the same universe's soul.

¿Tendrás un poco de tiempo para éste pobre que te mendiga? Suena casi (en el límite) desesperado. Más que sentir la incomodidad de esa mirada crepitante o llorar el tardío sirimiri de arcaísmos y olvidos, más que todo lo que se arrastra impide subir, y cuesta abajo se vuelca encima, más que impedir volar, es, por sobre todo, el albor (o labor) de continuar insistiendo, aún ante la incapacidad de mover a cualquiera.
Mira ahora la luna llena, sobre tus hombros, ni siquiera pienses en perderla de vista.



domingo, 4 de diciembre de 2011

Extraño ya no es ~

Diremos que mañana no llegara jamás,
que extendemos este paréntesis por el infinito.
Soñaremos que construimos,
a fuerza de nuestras manos,
La inmensidad del cielo,
que solo tú eres capaz de concebir e interpretar.

Permíteme darte ese pequeño amarré a la realidad,
ese arranque a la bastedad.
No no no no no digas que dirá el tiempo,
que es lo que lleva el viento (palabras, palabras)
y nada trae consigo, solo un pequeño paréntesis,
solo un arranque a la realidad.

Desenfoquemos el sol
y entablemos amistad con la soledad.
No sintamos con los sentidos
sino con algo más allá.
Hagamos oír al sordo tal y como
un ciego es capaz de escuchar.

Ven y seamos estuario de verdades y mentiras,
de éstos contradictorios sinónimos.
Ven y seamos estuario de pasiones y desenfrenos,
de incontables desencuentros.
Ven y seamos tornado de sueños y fantasías,
Seamos relevantes y cotidianos,
pacíficos y aguerridos.
Seamos.

Sabes que nada hay más certero
sobre que me tienes y te tengo.
Nada más verdadero que
gracias a estas cadenas de prisionero (que algunos llaman tiempo)
me permito consumirme en el vicio
del soñador empedernido.
Consumámosnos, como el último cigarro de la noche.
Como el último elixir sobre la tierra.

Déjame ser quién te sueña
y se tú quien alcance las estrellas.
aún a costa de mis huellas.

Para la de mil caras.

"Y fue así como perdió el aliento. Pero antes le rogó al viento, le pidió que cuidara a sus rocas del tiempo.
Y cayó soñando, riendo y cantando, y cuando ya no vio más nada, se le fue la vida en una mirada."
C.R.A.